Miembros de la Institución Teresiana de distintos lugares han participado en la fase diocesana de la consulta sinodal, iniciada en octubre de 2021, bien a través de parroquias, uniéndose a otros grupos de laicos, o desde grupos IT con colaboradores.

eucaristia sinodoAhora que ha terminado, es el momento de conocer cómo se ha recorrido en la IT el primer tramo del proceso sinodal en las realidades y contextos locales.

Maddalena Pievaioli, Secretaria general de la IT, enlace de la Institución con la Secretaría del Sínodo, ha recogido mediante un cuestionario, a través de las personas de referencia para el proceso sinodal en cada lugar, la vivencia de esta etapa en las distintas realidades de la geografía teresiana.

iglesia alacantAsí hemos conocido que la participación se ha realizado a través de parroquias, de niveles diocesanos, equipos de país o uniéndose a otras asociaciones. También desde grupos de discusión académica, asociaciones o proyectos sociales. Prácticamente en todos los países donde la IT está presente, ha habido miembros implicados en el proceso sinodal y en ocasiones con funciones de animación y facilitación.

Iglesia más participativa e inclusiva

El proceso ha despertado el deseo de implicarse más en la vida y funcionamiento de la Iglesia, que se quiere más participativa e inclusiva. Se detecta en algunos lugares que crece el individualismo.

Hay una llamada a mayor participación del laicado en la vida de la Iglesia y también se reclama su presencia en la formación de los candidatos al sacerdocio.

Es cierto que las mujeres son ahora un poco más tomadas en cuenta en la vida de la Iglesia, aunque los pasos son muy lentos y queda mucho camino aún. Se han abierto espacios para la participación de jóvenes, una línea por la que se debe avanzar.

El diálogo de la Iglesia con la sociedad es otra preocupación y se pide apertura, evolución en temas de moral y acogida a las personas de otras creencias.

Por otro lado, se han puesto de manifiesto dificultades en el desarrollo del camino sinodal por falta de interés en algunas diócesis y parroquias concretas, por falta de información, por el retraso en iniciar el proceso…

En los grupos de trabajo del sínodo ha habido poca presencia de las periferias, poca implicación de los jóvenes y de personas que no sean las que ya participan habitualmente en la vida eclesial.

Seguir caminandocaminando familia

El Espíritu nos invita a vivir una Iglesia donde caminamos juntos, inclusiva, descentrada, dialogante y no amenazante, que anuncia la Buena Nueva de Jesús; donde se dé la corresponsabilidad, sin privilegios, horizontal, comunitaria; que comparta la fe y discierna; creativa para convocar y acompañar; al servicio del Reino y de los pobres; que aprecie la palabra, el valor y la riqueza de cada persona; donde el clero escuche, aprenda del laicado y le deje hacer; y en la que haya igualdad real entre varones y mujeres. 

La experiencia de sinodalidad no ha hecho sino empezar y se pide continuidad: que la sinodalidad se haga forma de vida en la Iglesia y así se termine con el clericalismo.

Se ha apuntado también la necesidad de renovación teológica y litúrgica: un leguaje más cercano y sencillo, estilo atrayente, celebraciones alegres. Una Iglesia más atenta a los signos de los tiempos, que ocupe un lugar profético en la sociedad, en diálogo con lo diferente.

Como Institución, queremos reforzar el papel del laicado. Implicarnos más a nivel social y eclesial, fortaleciendo la relación con otras asociaciones. Ser miembros activos desde nuestra experiencia y nuestro carisma.

Info IT.

 

 

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