La Escuela Pedro Poveda de León, Guanajuato, México, ha participado en el Programa de Prepa de Segunda Oportunidad Jóvenes con Rumbo por invitación de Youthbuild México.
Se trata de una propuesta que atiende a jóvenes de 19 a 29 años en situación de marginación y que no cursaron la Educación Media Superior (EMS) en su momento. (En el sistema educativo de México Prepa es equivalente a bachillerato o preparatoria de la universidad, hay distintos programas).
En Guanajuato, la población de jóvenes sobrepasa el millón y medio y la cobertura de Educación Media Superior no llega al cincuenta por ciento. Hay una tasa de deserción del 16,8 por ciento: en los últimos ciclos escolares han abandonado la EMS casi cien mil alumnos de entre 18 y 24 años.
Las principales razones aducidas por los jóvenes para explicar el abandono de sus estudios son de tipo escolar y económico, ya sea por la incapacidad financiera para costear su asistencia a la escuela o porque sus familias requieren de ellos una contribución al sostenimiento del hogar común y también, en el caso de algunas jóvenes, que abandonaron por embarazo y tienen que atender al hijo y su manutención.
Mayoría de mujeres
Este grupo estuvo integrado por 101 jóvenes de los cuales 82 terminaron los tres programas: el socioemocional; el académico consistente en la Educación Media Superior; y capacitación para el trabajo y empleabilidad. Se logró el 81,20 de eficiencia terminal. La mayoría son mujeres (66%), quienes además de compaginar el estudio y el trabajo, tuvieron que cuidar los hijos y atender la casa. Reconocen una necesidad sentida de recibir apoyos monetarios y herramientas que les permitan ser autónomas.
Ante las autoridades municipales, quienes aportaron un 50 por ciento para la atención a estos jóvenes, se dijo: “Las mujeres son las grandes impulsoras y pilares de las familias y de nuestra comunidad y deben ser consideradas en la planeación y diseño de políticas”.
Las tutoras que acompañaron el Programa Socioemocional, manifestaron: “Aprendieron a compartir desde la experiencia de vida en los círculos de confianza, se fue recuperando la escucha atenta, se fue viendo el crecimiento de los y las jóvenes en el compartir entre pares y en grupo, a convivir desde la diversidad y pluralidad, a reconocer que todas las voces son valiosas, este espacio se convirtió en una característica del trato digno. Ustedes pueden reconocer que tienen derecho a ser tratados con dignidad, ser escuchados, a reconocer sus derechos, a aprender a defenderlos, siendo críticos, expresando sus desacuerdos, sabiendo que son merecedores/as de derechos”.
Participación de InteRed
El programa contó con recursos de Fundación Villafranca, e Intered apoyó con el 21 por ciento para hacer realidad “el compromiso con los jóvenes”, en especial jóvenes en situación de pobreza, y la mayoría mujeres.
Dos chicas compartieron su testimonio, dando razón de los cambios experimentados: el compartir con un escritor, leer su primer libro y la experiencia de convertirse en escritoras, poder concluir este proceso, incluyendo el embarazo y nacimiento de su bebé, dando razón de la fuerza del apoyo de la tutora y del grupo en su permanencia: “El programa Jóvenes con Rumbo me dio los elementos necesarios para gestionar mis emociones, practicar el compañerismo, tener confianza en mis capacidades y habilidades, además de permitirme concluir mi educación de nivel medio superior”.
La mayoría concluye la experiencia con prácticas laborales y con perspectiva de opción laboral. Hemos aprendido con ellas y ellos que es posible reconstruirse como personas, que alcanzar la dignidad y hacer que los derechos se conviertan en realidad, es una lucha constante.
Cecilia Villalva con aportes de Ana Leticia Hernández, Diana Limón, Enriqueta Castro.