¡MARANATHA!

El Adviento nos invita a esperar, anhelar, tener esperanza y dar la bienvenida a la Luz del Mundo durante uno de los momentos más largos y oscuros de nuestro tiempo.

Llamados a ser profetas y testigos de esperanza  (Maite Uribe. Carta del Año 2021, p. 2)  hemos lidiado con esta interminable crisis global que se ha apoderado de nuestra vida y ha cambiado el ritmo y las actividades diarias de nuestra sociedad.

Las medidas que nos han protegido nos han hecho al mismo tiempo desconectados e invisibles. Nos han encerrado en lugares que han reorientado el equilibrio de nuestras relaciones con el mundo exterior, de unos con otros y con nosotros mismos. Los hogares se convirtieron en lugares virtuales de trabajo, escuela, culto, comunidad y compromiso cívico, conexiones familiares y sociales… pero no para los que se encuentran del otro lado de la cultura digital. Ha surgido así un nuevo grupo marginal necesitado de ayuda.

Este año Maite Uribe nos invitaba a escuchar los lamentos del mundo con corazón manso y humilde. (Maite Uribe. Carta del Año 2021, p. 20). Ha sido éste un tiempo de tremenda pérdida de vida, de expansión de la pobreza, de tensiones en las relaciones interpersonales y familiares, de marginación cultural, migraciones masivas, nueva inseguridad en la salud e inestabilidad laboral. La sociedad ha contemplado crecientes tensiones raciales, intolerancia de género y religiosa, aplastamiento de derechos y libertades humanas, junto con todo tipo de violencia. La carga de sufrimiento humano no se puede medir.

Estamos llamados a escuchar estos lamentos del mundo y “salir…deprisa” (Lc 1, 39) en un camino de encuentro, de descubrir los muchos rostros de Dios en los necesitados, y a compartir con ellos el pan de todo lo que somos y tenemos.

Estamos llamados a tomar partido por nuestro mundo, país e Iglesia dolientes y a cantar la música de esperanza que está en el corazón de Dios. Cantamos: “No temas. Contigo estoy”.

Estamos llamados a ser unos para los otros la sal de actos gratuitos de bondad, la luz del testimonio evangelizador y la levadura de una generosidad contagiosa.

Las comunidades de la Institución Teresiana de Estados Unidos, Canadá y Cuba desean compartir algunas intuiciones de oración para nuestro camino de Adviento sobre lo que hemos oído, visto y discernido. Las lecturas litúrgicas de cada domingo se nos ofrecen como alimento para nuestra meditación individual y comunitaria. María, “que guardaba todas estas cosas en su corazón” (Lc 2, 51) nos mostrará cómo acoger nuestro aquí y ahora, siempre confiando en el Dios siempre fiel.

“¡Maranatha, Ven Señor Jesús! ¡Ven! es el clamor en todas las oraciones al pasar de la oscuridad a una creciente luz. Mantengámonos despiertos y a la expectativa de la nueva venida del Dios-con-nosotros, que va llegando.

Unidos invocamos al Dios de la Promesa, de la Transformación, del Encuentro; el Dios en medio de nosotros y el Hijo de María que viene a nosotros y a nuestro mundo.

¡MARANATHA! ¡Ven Señor, no tardes!

Desde la IT en Canadá, Estados Unidos y Cuba.

Proponemos un recorrido semanal que nos una en el camino de Adviento.

Cada Domingo hay una presentación con textos e imágenes y se pueden descargar.

 

 

Publicado en Noticias clicdedito